Blogia
unisonp15

ELEMENTOS DE LENGUAJE VISUAL

ELEMENTOS COMPOSITIVOS

Como se hace en la pintura abstracta, vamos a considerar los elementos compositivos de manera aislada para ubicar sus propiedades y entender la relación que pueden formar con otros elementos. A diferencia de otras artes visuales, como la pintura, en la fotografía sólo disponemos de elementos compositivos de dos dimensiones, es decir, planos; no podemos considerar opciones como el relieve. La abstracción en el arte significa llegar a los principios más simples que construyen el lenguaje visual y en fotografía este análisis nos sirve para apreciar de qué manera manejamos el lenguaje y construimos el mensaje.
Como elementos compositivos fotográficos tenemos:

A Forma y tamaño
B Textura
C Ritmo e intervalo
D Volumen y valor tonal
E Contraste
F Dirección, movimiento y perspectiva
E Signo y símbolo

FORMA Y TAMAÑO

Entendemos por forma a las figuras de dos dimensiones delimitadas por líneas. Sobre ella afectan varias características. Primero que nada, su peso visual está definido por las características de las líneas que la delimitan: una figura de lados rectos que forman ángulos es mucho más agresiva que una figura de bordes curvos y suaves.

Podemos dividir las formas en tres tipos según su peso visual.

NATURAL, cuando representa algún elemento de la naturaleza como la silueta de una hoja de árbol, de un caracol marino o el perfil de un rostro. Estas formas tienen, además del peso visual que le dan las líneas que la delimitan, el peso del objeto reconocido al que nos recuerdan, es decir, no lo vemos sólo como una forma sino como la forma de algo que conocemos.
GEOMÉTRICA, cuando existe esa relación matemática entre sus bordes y encontramos figuras que reconocemos de manera abstracta como el cuadrado, el círculo o el triángulo. El peso visual de estas formas también depende de cómo las relacionamos con elementos conocidos.
CAPRICHOSA, cuando no representa ninguna forma geométrica o natural que pudiéramos reconocer y puede estar delimitada por líneas rectas, curvas o combinadas. Su peso visual depende de sus características abstractas como las líneas que la delimitan y su tamaño.

Para cualquiera de los tipos de formas antes mencionadas, después de sus características innatas, su peso visual está determinado por su tamaño. Una forma grande atrae la vista más fácilmente que una forma pequeña. Pero, al combinar formas de diferentes tipos con diferentes tamaños, entonces las relaciones y tensiones entre ellas pueden modificar sus pesos visuales. Por ejemplo, una forma natural como la silueta de un trébol tiene un alto peso visual y una forma caprichosa delimitada por curvas tiene un peso visual mucho menor. Si la forma caprichosa es más grande, entonces esto puede ser suficiente para equilibrar las tensiones y apreciarlas visualmente con igual importancia. Por supuesto, este peso visual de las formas que reconocemos es directamente proporcional a nuestro entorno social y cultural.

TEXTURA

En fotografía no hablamos de textura material como podría ser en la escultura o la pintura donde los diferentes materiales provocan diferentes sensaciones al tacto, sino que consideramos la TEXTURA VISUAL, es decir, esas diferencias de sensaciones que nos sugieren las superficies de los materiales fotografiados. El gran peso visual que tiene la textura es que a través de uno de los sentidos, la vista, nos provoca sensaciones que reconocemos con el tacto y, aunque no podemos sentirla, podemos imaginar como se sentiría. Incluso podríamos hablar de texturas meramente visuales, donde no existía una textura material en la escena original pero se aprecia como tal en la reproducción fotográfica. La textura visual que provoca la granulosidad de la película puede aprovecharse como recurso compositivo.

La técnica fotográfica tiene la capacidad de reproducir con fidelidad, y a veces con dramatismo, las texturas de los materiales y esto la convierte en un elemento compositivo básico de esta técnica. Las diferencias de texturas y las sensaciones que éstas provocan pueden ser el punto de interés del fotógrafo, aún más que los objetos o sujetos de la escena.

RITMO E INTERVALO

La sucesión pausada de una serie de elementos en una dirección o la repetición de un mismo elemento visual nos provoca una sensación de ritmo, es decir, que la vista hace una pausa en cada uno de los elementos, combina la tensión que los relaciona como elementos individuales y como conjunto. Cuando se trata de elementos iguales o muy similares que se separan en espacios regulares lo llamamos ritmo, pero cuando se trata de elementos distintos o poco relacionados a distancias irregulares lo llamamos intervalo. En este último caso la sensación de unidad entre los elementos es menor porque las características que los relacionan no son tan fuertes.
La combinación de las propiedades innatas de las formas con sus relaciones de ritmos o intervalos crean el peso visual del conjunto como unidad.



VOLUMEN Y VALOR TONAL

A pesar de que la fotografía se plasma sobre dos dimensiones, en formatos planos, el valor tonal de las figuras puede sugerir volumen, es decir, que las diferencias de tonos, sombras y luces, representan un volumen visual que puede o no ser semejante a la escena original. De la misma forma que pueden sugerirse texturas visuales que no existen al tacto en la escena original, pueden sugerirse volúmenes con un adecuado manejo de la gama tonal.
El peso visual del volumen se debe principalmente al contraste conceptual que nos provoca la apariencia de un objeto en tres dimensiones sobre un formato de dos dimensiones; cuando parece que los objetos se salen de la fotografía.

CONTRASTE

El contraste es uno de los elementos compositivos más importantes en la fotografía, principalmente al hablar de fotografía blanco y negro. El contraste es la diferencia de color, valor tonal, luminosidad, tamaño, textura e idea que existe entre dos elementos dentro de la composición. En fotografía de color, el contraste visual se provoca con los colores complementarios, es decir, los que se ubican en lados opuestos del CÍRCULO CROMÁTICO: azul y amarillo, verde y magenta, rojo y cian, etcétera. En blanco y negro el contraste del valor tonal se consigue con las diferencias de luminosidad de los elementos.

El CONTRASTE VISUAL es la diferencia de características aparentes, es decir, relacionadas al color, textura y tamaño, pero también puede conseguirse el CONTRASTE CONCEPTUAL que es la diferencia en las características propiamente conceptuales del objeto, sujeto o elemento. Por ejemplo, si colocamos un auto deportivo último modelo junto a una camioneta de modelo antiguo y deteriorada, el contraste conceptual está dado por lo que los objetos representan, más que por sus características físicas o visuales.
El contraste es el elemento compositivo primordial para conseguir tensión visual o para llamar la atención del espectador.

Técnicamente, el contraste de una fotografía también se refiere a la diferencia en toda la imagen, entre las sombras y luces, y a la amplitud de la gama tonal que produce la apariencia general de la imagen. Este contraste resulta de la armonía y equilibrio tonal entre todas las zonas y elementos de la imagen. Cuando este contraste es muy acentuado, es decir, la imagen en general es oscura o clara, entonces hablamos de CLAVE BAJA y CLAVE ALTA. La clave baja es cuando la imagen general es oscura pero con algunas zonas luminosas que delimitan un objeto u objetos y la clave alta se refiere a una imagen muy luminosa con algunas zonas oscuras que delimitan los objetos. El contraste acentuado provoca imágenes más dramáticas.



DIRECCIÓN, MOVIMIENTO Y PERSPECTIVA

Es importante en la composición que la vista no permanezca estática, sino que con los elementos compositivos provoquemos que la vista del observador viaje por toda la imagen y lo atrape. Este movimiento siempre tiene una dirección que está dada por la consecución de elementos, tonos, colores o formas y las tensiones y relaciones entre ellos. Pero otra manera de conseguir dirección en la composición es con la utilización de líneas, que, como ya explicamos anteriormente, siempre indican una dirección y sus características como líneas rectas, curvas o combinadas determinan las características de ésta.

Las líneas forman otro elemento compositivo importante que indica dirección. Este es la perspectiva. Esa sensación de profundidad que producen las líneas fugadas, es decir, que se dirigen a un punto de fuga; este es el punto imaginario en donde coinciden las líneas en una escena de tercera dimensión. La perspectiva combina las sensaciones visuales de dirección que provocan las líneas y la sensación conceptual del punto de fuga que nos indica profundidad.
En fotografía, esta perspectiva puede acentuarse, suavizarse o distorsionarse con la utilización de diferentes objetivos con longitudes focales distintas, ya que estas modifican la percepción del espacio. Un gran angular distorsiona y amplía la sensación de perspectiva y los teleobjetivos disminuyen esta sensación al disminuir la profundidad de campo.

SIGNO Y SÍMBOLO

Como ya comentamos en la sección de contraste, algunos elementos compositivos afectan nuestra percepción de manera conceptual más que visual, por el significado que pueda contener ese elemento más que por sus características físicas.

Un signo es una figura que hace referencia a algún elemento de la realidad y que nos da una indicación de manera abstracta, por ejemplo, las señalizaciones de tránsito como un disco de alto o un señalamiento de ganado. La diferencia con los símbolos es que éstos hacen referencia no sólo a un elemento conocido sino a una idea más compleja, por ejemplo, la cruz nos refiere a la religión cristiana, la estrella de seis puntas nos refiere a la religión judía, las banderas nos refieren a un país con todo lo complejo que éste representa.

El signo tiene un gran peso visual sobre otras formas porque sus características conceptuales lo refuerzan, pero el símbolo es el que mayor peso tiene porque su referencia conceptual es muy compleja y todo eso influye en la tensión y relación que tiene con los demás elementos compositivos.

0 comentarios